El aula invertida y las bibliotecas

Inma Herrero On junio 29, 2017
El concepto de aula invertida (flipped classroom) hace referencia a un nuevo enfoque en los modelos de enseñanza por el que se invierte con respecto al modelo tradicional la forma de explicar y adquirir los conocimientos con el fin de que el tiempo en las aulas se dedique a la aplicación práctica de contenidos. De esta forma los alumnos obtienen la información teórica en casa (normalmente mediante dispositivos electrónicos) y acuden al aula para poner en práctica los contenidos adquiridos y resolver dudas.
Este modelo de enseñanza persigue formar alumnos reflexivos, críticos y participativos, capaces de hacer frente a sociedades en cambio constante. Para ello sigue una metodología que implica que los alumnos ejerciten el uso de las tecnologías de la información (pues la mayoría de los materiales entregados por el profesor van a ser recursos multimedia (como vídeos, diapositivas, animaciones o podcasts) y desarrollen el pensamiento crítico.
En estos dos puntos anteriores las bibliotecas resultan un gran apoyo para la enseñanza de la evaluación de fuentes, el desarrollo de estrategias de búsqueda, el manejo de herramientas de software múltiple (Articulate Storyline, Adobe Creative Cloud: Illustrator, InDesign, Lightroom, Premier Pro, After Effects, SpeedGrade, Soundbooth) y de gestión de la información, la adaptación a entornos “infoxicados” y la explotación de los recursos disponibles tanto en los centros como en la comunidad. Además se consigue que el personal bibliotecario se convierta en un guía/facilitador que ayuda a los alumnos en la resolución de problemas y la adquisición de nuevas habilidades y, por tanto, se facilita una mayor interacción alumnos/bibliotecarios y la reducción de consultas de respuesta rápida y el aumento de solicitudes de información específica.
De esta manera, los alumnos obtienen en las aulas la comprensión y la aplicación del conocimiento mientras que la biblioteca colabora en el desarrollo de las habilidades de análisis, síntesis y evaluación de dicho conocimiento.
A la hora de diseñar actividades de aula abierta hay que considerar:
- El uso de un sistema de aprendizaje basado en preguntas (por lo que el control de la clase no es tan absoluto como en los métodos tradicionales de enseñanza y hay que estar preparados para todo tipo de preguntas y para la resolución de problemas inesperados)
- El estudio previo de la formación de los estudiantes para que la participación y el aprendizaje sean los correctos pues cada uno tendrá backgrounds, intereses, expectaciones, niveles de autonomía y compromiso diferentes
- La colaboración con el profesorado para que las enseñanzas desde el aula y la biblioteca se complementen
- La gran inversión en esfuerzo y tiempo que requiere para la preparación de los materiales de estudio, la necesidad de conocer y manejar herramientas especiales y mantenerse al día en los avances tecnológicos y pedagógicos. (Una gran ayuda es esta guía preparada por la Universidad de Arizona para crear tutoriales interactivos)
- La revisión continua de los materiales utilizados para que no se queden obsoletos y sean uniformes y de calidad
- Considerar que no todos los contenidos se pueden enseñar mediante el método del aula invertida y que habrá que complementar el aprendizaje con técnicas tradicionales
- El empleo de diferentes métodos para mantener la atención del alumnado